FRANCISCANOS DISCIPULOS MISIONEROS DE CRISTO

 

QUIENES SON LOS FRANCISCANOS DISCIPULOS MISIONEROS DE CRISTO

Los Discípulos Misioneros de Cristo son personas bautizadas, que han tenido un encuentro personal con Jesús. 

Lo siguen como su maestro y movidas por su amor, se convierten en testigos activos del Evangelio en su comunidad y en el mundo.

Estas personas no se limitan a la vida litúrgica sino que viven su fe en la vida cotidiana, compartiendo su relación con Dios con otros y ayudándolos a conocer y encontrar a Jesús, convirtiendo su vida en un campo misionero. 

Características de un discípulo misionero:

• Encuentro transformador con Jesús: 

  Han experimentado personalmente el amor y la presencia de Dios, y están dispuestos a seguirlo. 
• Crecimiento en la fe: 

  Cultivan su relación con Dios, aman las Escrituras y los sacramentos, y están abiertos a los dones del Espíritu Santo. 
• Evangelización: 

  Tienen el deseo de compartir su relación con Dios con los demás, sintiendo un corazón por los "perdidos" y queriendo que conozcan a Jesús. 
• Testimonio de vida: 

  Viven su fe de una manera que provoca admiración y curiosidad en otros, mostrando el amor y la bondad que brotan de su encuentro con Cristo. 
• Espíritu misionero: 

  Se sienten llamados a ir más allá de sus templos, actuando con un espíritu de servicio y evangelización en todos los ámbitos de la vida. 
• Apertura al crecimiento: 

  Buscan el crecimiento espiritual, son abiertos a la crítica y confían en la voluntad de Dios a través del discernimiento y la práctica espiritual.  

La conversión a ser un discípulo misionero es un proceso que implica:

1. Responder al llamado de Jesús: 

   Un discípulo misionero es elegido por Cristo para seguirlo y ser enviado. 
2. Vivir la fe en lo cotidiano: 

   La formación no se limita a eventos especiales, sino que es un proceso diario de meditación de la Palabra de Dios, estudio y acción para la evangelización. 
3. Compartir la alegría de la fe: 

   Al ser cristianos por un don, la alegría que se experimenta en el encuentro con Jesús se desea compartir con todos, lo que genera un testimonio poderoso. 
4. Ser paciente y compasivo: 

   La relación con los demás se construye con la paciencia y compasión que brotan del amor de Dios, como Jesús enseñó con sus gestos y actitudes.